Friday, August 11, 2006

La Trinidad y la vida cristiana

Creo que es importante partir aclarando algunas cosas. Si bien voy a resumir el concepto de la "Trinidad" antes de partir con esta reflexión, esto no se trata de una defensa ni una explicación de la doctrina en sí. Más bien buscaré responder una inquietud que a más de alguno se nos tiene que haber pasado alguna vez por la cabeza: ¿cuál es la relación entre el hecho de que Dios sea "Trino" y el evangelio, y por consecuencia, que implica la "Trinidad" para la vida cristiana?

Definiendo...
La palabra "Trinidad" per se, no aparece en la Biblia. Esto no debería preocuparnos, ya que es una palabra utilizada por los cristianos (desde el siglo 3ero más o menos) para describir una realidad clara y patente que se presenta en la Biblia (desde Génesis capítulo 1, de hecho) con respecto a Dios. Es una "fórmula" (disculpas a los que no les gusta esa palabra) para evitar caer en dos formas extremas de caer en un error al momento de entender y hablar con respecto a Dios. Estas severas equivocaciones (mas bien tergiversaciones) comenzaron a aparecer tempranamente en la historia de la iglesia por lo que cristianos fieles a la Palabra de Dios buscaron resumir el concepto que se encuentra presente a través de las páginas de la Biblia.

La idea fundamental es a la vez simple e imposible de aprehender en su totalidad. Dios es un Dios, solamente un Dios, quien existe, en tres personas. Son tres personas distinguibles entre sí, pero inseparables, co-existiendo en una misma esencia y sustancia, que es "Dios". Dios entonces es a su vez, Dios-Padre, Dios-Hijo y Dios Espíritu. Vaya desafío de absorber. Luego de esta simple definición, procederemos a explicar sus implicancias para la vida cristiana.

Dios es relación y orden
Las implicancias del concepto de Trinidad para la forma en que vemos a Dios son asombrosas. Entre todas ellas, me enfocaré sólo en dos: Dios es relación en sí mismo, y esta relación implica orden y propósito.

La Trinidad implica que Dios existe desde la eternidad en relación. Es relación en sí mismo, y esta relación está caracterizada por amor. El Padre ama al Hijo y al Espíritu. El Hijo ama al Padre y al Espíritu y el Espíritu ama al Padre y al Hijo. Vemos, por lo tanto, que el amor en la Trinidad consiste en ser "otra-persona-centrada" (definición de D.B. Knox). Es decir, el amor consiste en concentrar y enfocar el "ser" de uno hacia otra persona para el beneficio de éste. Por lo tanto, aunque sin duda íntimamente ligada con lo sentimental, es esencialmente una actitud, estado y forma de actuar. Tal como dice la canción de D.C. Talk: El Amor es un Verbo.

Asimismo, y como consecuencia de este amor, dentro de la Trinidad misma hay sumisión y orden. El Hijo se somete al Padre y hace todo lo que ÉL (Padre) hace. El Espíritu Santo hace lo mismo en referencia al Padre e Hijo. Esta situación no es debido a que un miembro de la Trinidad sea más "fuerte", "importante" o tenga mayor estatus que algún otro. Esta sumisión es voluntaria, basada en y consecuencia de, este amor. Además, este orden es práctico y ligado a cómo Dios ha llevado a cabo nuestra salvación. Veremos eso en el siguiente post.

Concusión: Dios es en sí mismo, dentro de la Trinidad, relación eterna. Es Personas en relación continua de amor y de mutua sumisión y orden, con propósitos de salvación claros. Esta realidad tiene muchísimas implicancias para la vida cristiana, y profundizaremos en eso muy luego. Estén pendientes....

2 comments:

Alejandro said...
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Alejandro said...

Te invito a leer este artículo: La Trinidad: ¿Única Perfección Posible?